Hola chicos y chicas, no estamos muertos, seguimos por aquí, y dando muchos pedales ( algunos más que otros), como hace tiempo que el amigo Kike se embarco en una aventura musical, y no le deja demasiado tiempo para escribir en el blog, voy a intentarlo yo.
Ya no me acuerdo de todas las rutas, marchas, salidas domingueras y demás ketekedadas que hemos hecho, voy a contar un poco la de ayer.
Quedamos a eso de las 9 en el Excalibur, Tino, Tano, Oli, Oscar y yo, y tras darle vuestras a la cabeza para que ruta hacer, y con ayuda de Oscar que no la había hecho, decidimos subir a Cotos. Camino verde hasta la puerta de la cola del pantano, donde empezamos a pedalear más enserio y por la sombra, porque el día no estaba para ir por el sol. Llegamos a Valsain por el río y en los camiones cogemos el sendero que nos lleva al "acueducto" donde ya íbamos disfrutando de la ruta. Por el lado izquierdo del río, primero y por el derecho después llegamos hasta el puente de los mosquitos, donde Oliva estuvo pensando en meter la bici en el pilón haber si con un poco de suerte cambia de color, (mira que es fea,jajajajajaja) pero no, y cogemos el sendero de la puesta pequeña que nos sube hasta el cruce con el camino de cotos, o camino viejo del paular, donde Tano hace un par de pruebas de como bajar por las paredes haciendo los lupin, ya que el camino de bajada te invita a ello. Pero le doy una mala noticia, todavía nos queda un rato de subida. Llegamos los 5 hasta el cruce con la pista de la Cueva del Monje con el mismo pensamiento: que bonitas las pistas y senderos y que bien lo estamos pasando.
Ah! se me olvidaba, llegando a Los Asientos El Tano soltó su vena animal y nos deleito a todos con la frase de la semana, es tan malsonante que no me atrevo a repetirla, pero pobres hermanas y perras del mundo...
Iniciamos la subida a Cotos desde el cruce donde Raul echa el resto sin conocer lo que queda, y claro algo más adelante paga su falta de prudencia y le toca bajar el ritmo. En el desvió hacia el sendero le espero para que no se meta por lo malo, y en el segundo sendero lateral me quedo a esperar a Tino, que con tanta Paella y Paella no ha podido salir en 2 meses y viene un poco fatigado. Llegamos arriba y después de intenta cambiar las burras nuestras a unos moteros por las suyas, y no conseguirlos decidimos volver a bajar por donde hemos subido. Tranquilos hacemos el descenso que la pista es ancha y llena de grava, y eso no nos pone. Pero cuando cogemos el sendero del cruce a cuchillo que los senderitos estrechos con piedras y raíces es lo nuestro. Bajamos disfrutando todavía más. lupin,derrape, charcos, barrizales, ramazos en la cara y alguna que otra croqueta, pero nada nos quita la sonrisa de la boca.
Llegamos a Valsain por fin (alguno ya tenia prisa) subimos hacia el cementerio y nos tiramos hacia la granja escuela, pero en la curva nos volvimos a salir a los senderos donde la vida nos espera, y volvemos a disfruta de otro sendero de bajada hasta llegar a la puerta de la cola del pantano otra vez. Las piernas están tocadas, los brazos cansados y estomago y cabeza pidiendo una cervezita, pero la rutita que nos hemos marcado a merecido la pena.
Por cierto algunos si que nos tomamos la cervecita, ummmmmm que rica Tano, jajajaja. Menos mal que te habías refrescado un poco antes con el agua de mi bote.
Algunas de las fotos no pertenecen a la ruta, pero me apetecía colgarlas.
Una ruta muy chula pero lo mejor la compañía, aunque también echamos de menos a mucha gente, un abrazo y espero os guste.
lunes, 23 de junio de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sí señor, Angelito.
ResponderEliminarMuy bien narrado y escrivido....!!!!!jajajaaaaa. creo que te toca temporalmente tomar las riendas de este block.
Por si fuera interesante o de utilidad para vosotros o para los lectores de vuestra web, tengo publicado el siguiente blog:
ResponderEliminarplantararboles.blogspot.com.es
Se trata de un manual sencillo para que los amantes del monte y del campo podamos reforestar, casi sobre la marcha, sembrando semillas producidas por los árboles y arbustos autóctonos de nuestra propia región.
Salud,
José Luis Sáez Sáez